Este zorro nos deleitó con su presencia una mañana en Cazorla.
El animal, agradecido a la poca comida que se le facilita, ha hecho una especie de simbiosis con los visitantes que aportan ese alimento que el animal necesita, y lo fotografían complacientes a cambio.
Pese a todo, es un placer disfrutar de tan bonita presencia a una distancia que permite fotografiarlos con comodidad y sin dificultad.
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